Lo que otros esperan...

Perseguí un título universitario porque es "lo que se espera", cumplí las expectativas de los demás. Sin embargo, a medida que fui madurando, fui consciente de que mi verdadera pasión radicaba en aprender y crecer constantemente. Asistí a cursos, talleres y seminarios para mantenerme al frente de mi campo. Tomé en serio el consejo de mi padre: "Haz lo que quieras, pero siempre da lo mejor de ti".

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Crisis: la chispa del cambio

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Quedo marcado en dos momentos de mi vida. Ellos  son los principales responsables que me han traído aquí, a este proyecto.

El primero es la adolescencia, y supuso tomar la decisión de dejar mi entorno familiar y de amigos para encontrarme a mí y a mi camino.

El segundo, a los treinta y tantos, cuando me vuelvo a cuestionar todo a mi alrededor. De diferente forma que la primera, porque ya no era el mismo, y contaba con más herramientas.

En esta ocasión decido reenfocar mi futuro para adentrarme en el mundo de la dirección de empresa, el emprendimiento, y los procesos de coaching

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Mis influencers

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Ellas no lo saben, pero hay un puñado de personas que me han ayudado de manera importante en cómo enfoco la vida, es decir, hay un antes y un después en algún aspecto de mi vida que ha evolucionado gracias a ellas. 

Antonio me inculcó la curiosidad por lo nuevo, y lo importante que es estar a la vanguardia de los cambios. 

Hubo un día, un momento concreto, en una conversación telefónica con una antigua jefa, en el que fuí plenamente consciente que lo que piensan los demás no está bajo mi responsabilidad. 

Con Juan, Olga y Ana, aprendí que el camino se hace más corto, si cuentas con la ayuda de las personas adecuadas.

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De otras dos me quedé con lo que hay que evitar: apagar la luz de otros para que la tuya brille más o ser incoherente entre lo que dices y lo que haces.

 

¿y ahora?

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Me emociona seguir aprendiendo, y si me ofrecen la oportunidad,  ayudar a los demás a alcanzar sus metas más rápido.

¡Todos tenemos algo que enseñar, aprender y mejorar!